EL Rincón de Yanka: noviembre 2017

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jueves, 30 de noviembre de 2017

🏪 LA EMPRESA EXPLICADA A JÓVENES DE TODAS LAS EDADES POR JORGE BORRAJO PREGO

La empresa explicada
a jóvenes de todas las edades
JORGE BORRAJO PREGO



Creo que los jóvenes no tienen una idea clara de qué es realmente una empresa. 

Para empezar, creo que hay muchos jóvenes que identifican el concepto “empresa” con un conjunto de imágenes negativas, como explotación, avaricia, mal rollo, malos jefes, trato inhumano, sueldos bajos, despidos, temporalidad, etc. Y ese prejuicio negativo no les ayuda para nada a integrarse, cuando les toca el turno, en el mundo laboral. Ni a prepararse bien para ese momento. 

Las consecuencias que se derivan del hecho de que los jóvenes no se integren lo mejor posible en el mundo laboral, y que no identifiquen una empresa con algo bueno y positivo, son muy perjudiciales, tanto para ellos como para toda la sociedad.

Yo no voy a ser quien niegue que en las empresas haya muchas cosas que no son positivas, que no funcionan bien; pero eso pasa en cualquier actividad humana. En todos los ámbitos en los que nos movemos podemos encontrar aspectos positivos y negativos. La empresa, como digo, no es una excepción. Tampoco voy a negar que a la sociedad le queda, sin duda, mucho por hacer, y que la mayoría de los jóvenes que entran en el mercado laboral acaban engrosando las filas de los llamados “mileuristas” (es decir, los trabajadores que cobran un escaso sueldo mensual por debajo de los 1.000 euros), y que no les resulta nada fácil salir de una dinámica laboral negativa, muy poco motivante. Pero no siempre es así. 

Creo que es importante que los jóvenes tengan una idea más amplia de lo que es una empresa; algo mejor explicada. 

Para apreciar cualquier cosa hay que empezar por conocerla lo mejor posible. Una vez se conoce algo, se está en mejor disposición de juzgarlo. Y, en todo caso, de apreciar sus virtudes, al menos como compensación a sus defectos. Conociendo las virtudes y los defectos, uno ya puede hacerse una idea más justa y equilibrada de las cosas. 

Creo, además, que de una mejor comprensión de lo que es una empresa, y del conocimiento de las posibilidades laborales o empresariales que existen en las empresas, y que puede aprovechar cualquier persona con ganas, se puede deducir una mayor inclinación de los jóvenes a formarse mejor para aprovechar esas oportunidades, en lugar de limitarse a quejarse, ya sea por la existencia del citado “mileurismo” o, en general, por “la injusticia del sistema capitalista”. 

El sistema capitalista no es perfecto, pero creo que es el menos malo de los sistemas económicos que podemos tener. Un sistema en el que es verdad que nadie regala nada, que hay que trabajar duro para conseguir hacer una carrera y tener éxito, pero en el que quien se prepara y trabaja, casi con total probabilidad, lo consigue. 

El caso de personajes tan conocidos como el fundador de Zara, Amancio Ortega, es una muestra de éxito desde cero en este sistema capitalista. Amancio Ortega empezó como vendedor de confección, hasta que un día puso una tienda, creó la marca Zara, y así hasta hacer realidad una de las mayores empresas textiles del mundo, dar trabajo a decenas de miles de personas, y convertirse en uno de los hombres mas ricos del planeta. 

Pero vamos a empezar desde el principio. Empecemos explicando brevemente qué papel juega la empresa en el contexto de nuestra economía.

La economía y la empresa 
La economía de mercado (es decir, la economía capitalista en la que vivimos en casi todos los países del mundo en el siglo XXI) se basa en la idea del funcionamiento “automático” de los mercados. 

Voy a explicarme. 
La economía gira alrededor del intercambio de productos y servicios que se realiza continuamente en todo el mundo. Si se piensa bien, ahora mismo, millones de personas están comprándose y vendiéndose cosas entre sí en todo el mundo (en Japón, en India, en Alemania, en Argentina…). Se compran y venden productos y servicios de todo tipo: electricidad, gasolina, pan, un corte de pelo, trabajo, etc. La economía liberal se centra en el funcionamiento de esos mercados. El éxito económico consiste en que esos mercados sean pujantes, que crezcan lo máximo posible, y que funcionen lo mejor posible. Que todo el que quiera vender o comprar un producto o servicio lo pueda hacer sin ninguna traba. Y que, una vez lo haya hecho, esté razonablemente satisfecho del resultado. 

Eso quiere decir que si alguien quiere comprar electricidad, encuentre alguien que se la venda (a poder ser más de uno), y que pueda comprarla sin problemas. Que si alguien quiere vender coches, pueda ofrecerlos libremente al mercado, y encuentre compradores interesados. Es decir, que oferta y demanda se pongan de acuerdo, libremente, a un precio que sea justo para ambos. Sin intervenciones ajenas. Cuanto mayores y mejores son los mercados, más riqueza disfrutamos globalmente. 

Quizás te parecerá que el funcionamiento correcto de los mercados sea una cosa simple, pero no lo es. Si lo piensas bien, es casi milagroso que cualquiera de nosotros pueda ir cualquier día a un supermercado a comprar algo tan simple como un yogur. Sin avisar antes, y aunque muchas personas también vayan a comprar yogures ese día, lo más probable es que encontremos los yogures que buscamos, y que podamos comprarlos a un precio razonable. 

O que podamos circular con nuestro coche por cualquier carretera, cualquier día, y que no tengamos problemas para comprar gasolina en cualquier gasolinera de las muchas que encontraremos en cualquier trayecto que hagamos. Esos actos, que a ti te parecerán de lo más normal, no son posibles en los países en los que no existen unos mercados que funcionen correctamente. 

¿Pero qué es lo que hace que haya gasolineras donde las necesitamos, o suficiente yogur para todos? Pues el mecanismo de adaptación automática de oferta y demanda que facilita un mercado libre. 

Ese mecanismo automático (que hace más de un siglo fue definido como “la mano invisible” por Adam Smith, el padre de la economía moderna), funciona como un regulador de la oferta y la demanda, a través de los precios. Cuando no hay suficiente oferta en el mercado para cubrir la demanda de algún producto, el precio sube, porque los vendedores se dan cuenta de que el producto escasea, y tratan de sacar provecho, y los compradores aceptan pagar más caro con tal de no quedarse sin el producto. Pero, automáticamente pasan dos cosas: 

aparece más oferta, porque, a un precio mayor, más empresas podrán cubrir los costes de producción, y se animarán a entrar en el negocio (si no encuentran obstáculos para hacerlo, como permisos o carencia de personal cualificado, por ejemplo), o las que ya estén haciéndolo intentaran producir más, y disminuye la demanda, porque al nuevo precio hay clientes que dejan de comprar el producto, porque les parece caro (y pueden resolver sus necesidades con productos alternativos). Lo mismo ocurre en sentido contrario. Si de algún producto hay más oferta que demanda, los precios bajan, porque los vendedores que no han vendido todo su producto bajan el precio para venderlo, pero, de inmediato, ocurren dos fenómenos: 

1) la oferta baja, porque algunos productores dejan de producir, porque al bajar el precio ya no les interesa seguir fabricando, y

2) la demanda sube, porque hay nuevos clientes a quienes no les interesaba el producto al precio antiguo, o no podían comprarlo, pero que sí que quieren comprarlo al nuevo precio, ya que es más bajo. 

Todo ello ocurre hasta que oferta y demanda vuelven a reequilibrarse, a un nuevo precio más bajo. 

Es posible que, como consecuencia de la llegada masiva al mercado de nuevos oferentes, el producto pase a ser excesivamente abundante, y los precios bajen tanto que provoquen el inicio de otro ciclo, porque haya fabricantes que abandonen la producción, hasta que haya escasez, con lo que los precios vuelvan a subir, hasta que se vuelva a aumentar la producción, etc. etc. 

Los ciclos económicos están explicados en parte por ese mecanismo: escasez-exceso-escasez… 
El mercado es el regulador “invisible” de demanda y oferta, a través del mecanismo de los precios. 

Un ejemplo actual del funcionamiento de ese mecanismo lo estamos viendo todos los días con el mercado del petróleo. Al superar la demanda de petróleo a la oferta, el precio sube, y automáticamente anima a las empresas a producir más, por ejemplo buscando petróleo en yacimientos antes abandonados. La subida de precios también empuja a los consumidores a consumir menos, sea ahorrando energía, o buscando energía de fuentes alternativas. El resultado será, con mayor o menor celeridad, que demanda y oferta, en un plazo de tiempo, se reequilibrarán, a un menor precio. 

En nuestra economía liberal de mercado, cada oferente y cada demandante decide libremente qué hacer en función de lo que le ofrece o le pide el mercado: producir más o producir menos, subir los precios o bajar los precios, comprar más o comprar menos, comprar un producto o comprar otro alternativo. Y ello es así porque oferente y demandante actúan como seres humanos inteligentes, racionales, y movidos por la búsqueda del máximo bienestar. Es por eso que prefieren vender su producto a 10€ que hacerlo a 5€, o que compran más cuando es más barato. 

Si entiendes esta sencilla explicación, entiendes las bases del funcionamiento de la economía. ¿Verdad que no parece tan difícil? 

Pues las empresas se asientan sobre esas ideas fundamentales. Ellas son los principales actores de los mercados. Los principales actores de la economía. Compran y venden, invierten o desinvierten, en función del mercado. Los otros dos actores de la economía, con los que las empresas se han de interrelacionar, son las administraciones públicas y los consumidores. No hay más secretos. 


"El verdadero emprendedor es un hacedor, 

no un soñador"

MENTALIDAD EMPRESARIAL: 
Si a la empresa le va bien, al trabajador y al país, también...

La empresa y tú 
Pero bajemos a lo concreto. ¿Dónde están las empresas? ¿Están lejos o cerca de alguien como tú? ¿Conoces alguna? 
A lo largo de nuestra vida, desde que nacemos hasta la vejez más prolongada, nos relacionamos con multitud de empresas. Esta relación es como una especie de tren con origen en el hospital en el que nacemos hasta su lugar de destino, que sería la funeraria/el cementerio, y que va haciendo paradas en estaciones como la escuela, la universidad, el trabajo por cuenta ajena o el negocio propio como empresario, y la jubilación...
La empresa no es algo nuevo para los jóvenes, ni algo de lo que puedan prescindir, aunque quieran. En la vida de cualquier persona, la relación con empresas es inevitable. A veces los jóvenes no son conscientes de esa relación, pero el contacto con empresas es creciente cuando se empieza la vida de adulto; por ejemplo cuando se busca el primer empleo (o cuando se abre el primer negocio). Las empresas están detrás de todo producto o servicio que se compra. 

Las personas, cuando se hacen adultas, conviven con empresas de todo tipo continuamente. La empresa más importante para toda persona es aquella en la que trabaja. En la empresa en la que trabajamos, a veces, pasamos más tiempo del que pasamos con nuestras parejas, o con nuestros amigos, e incluso con nuestros hijos. Es algo que les ha pasado a nuestros padres. Y probablemente también les pasará a nuestros nietos. Quizás el teletrabajo nos permita en un futuro trabajar en casa, junto a los nuestros, y esa tendencia se rompa. 

Cuando se empieza a trabajar, por tanto, aunque también puede hacerse en una entidad pública o una entidad sin ánimo de lucro (un ayuntamiento, o una fundación, por ejemplo), lo más probable es que sea en una empresa. Y será de una empresa de quien se cobra el primer sueldo, que es casi como el bautismo económico de una persona. 

Cualquier persona es un cliente de muchas empresas (porque les compra algo), o un consumidor para otras (porque consume su producto aunque no lo compre directamente, sino que lo haga su pareja, sus amigos o sus padres). Por ejemplo, la editorial que ha hecho este libro es una empresa. Son empresas también las que han fabricado tus zapatillas, tu camiseta o tu ordenador. 

Sabes que muchas de esas empresas te mandan mensajes publicitarios dirigidos específicamente a ti, a través de la televisión, de las revistas, de Internet, o de vallas publicitarias, para que compres sus productos. Piensa en el caso de Renault, de McDonalds, de Nike, de H&M, o de Port Aventura, por ejemplo. Detrás de todas esas marcas hay empresas.
Por todo lo dicho anteriormente, espero que coincidas conmigo en que es muy importante que conozcas a fondo qué es una empresa, porque las empresas están por todas partes. 
Este libro, como ya te he dicho, pretende explicarte eso: qué es una empresa. 
Si conoces mejor como son las empresas, las entenderás mejor cuando hayas de relacionarte con ellas. Cuando vayas a comprar uno de sus productos, o cuando vayas a pedir trabajo. 

Conociendo algo mejor qué es y cómo es una empresa te harás una idea más clara de qué es lo que te van a pedir las empresas que ofrecen empleo cuando te pongas a buscar trabajo. Qué es lo que esperarán de ti. Qué es lo que piensa quien te entrevista. Qué es lo que buscan los empresarios. Sabrás algo mejor que hay detrás de la fachada de unos despachos, una recepcionista y una entrevistadora, o de la explicación que puedas encontrar en un simple y triste folleto, o en Internet. 

Las empresas valoran muy positivamente a los candidatos que se saben situar en la entrevista de trabajo, y que responden con criterio y sensatez. El conocimiento de los mecanismos que mueven una empresa es de gran ayuda. Cuando estés esperando para que alguien de una empresa te entreviste para tu primer trabajo, espero que te acuerdes de lo que hayas leído en las páginas que siguen. Y si eso te sirve para que entres en la entrevista sin miedo, sepas desenvolverte con soltura, y encuentres un trabajo en el que estés a gusto, pues ya habré conseguido mi objetivo. 

También lo habré conseguido si estás leyendo este libro después de haber sido contratado por una empresa, y te sirve para entender mejor dónde te has metido, y te evita situaciones embarazosas, y te permite abordar mejor tu trabajo, y encajar mejor con tus jefes y tus compañeros. 

Y también lo he escrito para que, si te planteas en algún momento ser tu propio jefe, creando una empresa y convirtiéndote en empresario, tengas una idea aproximada de lo que eso pueda significar. Verás que he incluido un capítulo que trata de responder a la pregunta de qué hay que hacer para montar una empresa. 

Si dudas respecto a si te atreves a ser empresario, yo te animo a que pienses en esa posibilidad. Ser empresario supone dirigir el propio destino, y no ponerse más límites que lo que pueda hacer uno mismo. El mundo, el país, necesita buenos empresarios, que sean trabajadores y ambiciosos a la vez. Aunque no te recomiendo que te hagas empresario desde tu primer día de trabajo sino que acumules experiencia como empleado, para conocer más a fondo el funcionamiento de la empresa y de los negocios en general desde dentro. Eso te ayudará a manejarte con más soltura, y a resolver problemas cuando te decidas a ser empresario, si es que te decides. Quizás habrás oído decir que “la experiencia es un grado”. Es una frase sabia, que en esto también vale. 

Este libro también pretende demostrar que el mundo de la empresa no es idílico. A veces, como trabajador, hay que aguantar a jefes antipáticos, o a clientes demasiado exigentes; o, como empresario, hay momentos en que falta dinero para pagar las facturas de los proveedores (empresas a las que se les compra algo), o incluso para pagar los sueldos de los trabajadores. La vida en la empresa es un continuo esfuerzo por tirar para adelante, y por compaginar ausencias profesionales obligadas con la necesidad de estar con la pareja y los hijos. 

Tus amigos, tu familia, te explicarán más cosas sobre las empresas, sobre todo sobre sus propias empresas, aquellas en las que trabajan o quizás de las que son propietarios. Seguro que enriquecen el mensaje que trato de transmitirte desde estas líneas.


VER+:


SER EMPRESARIO, SER IMPULSOR




💕 PORQUE DONDE ESTÉ TU TESORO, ALLÍ ESTARÁ TU CORAZÓN Y TU FELICIDAD

"La felicidad está en el corazón, 
no en las circunstancias" 

Porque donde esté tu tesoro, 
allí estará también tu corazón. 
Mt 6,21

LA FELICIDAD DEL CORAZÓN


Todos queremos ser felices, todos deseamos encontrar la felicidad al cruzar la calle, apoderarnos de ella y llevarla con nosotros a casa, o colgarla del cuello y hacerla nuestra eterna compañera. La buscamos siempre, la pensamos lejos y ¡está tan cerca!

-Dime dónde.
-Está en tu corazón.
-Muy fácil de encontrarla, pero muy difícil reconocerla.
Es que a veces está tan dentro, tan dentro que hay que sacarse el corazón. La puerta está cerrada. Abrir el corazón supone muchas veces desgarrarlo. Se necesita valor, duele llegar hasta su centro. Y allá en lo más recóndito, está la felicidad esperando que cada uno le permita entrar en su vida. Pero hay distintas clases de corazones y cada uno guarda en él la felicidad de forma muy diversa.
  • Hay corazones-cofre. Son avaros, siempre cerrados con llave y esa llave nunca se encuentra.
  • Hay corazones–jaula. Estos se empeñan en tener prisionera su felicidad. Ya pueden verla morir sofocada, pero no son capaces de abrirle la puerta y darle la libertad.
  • Hay también corazones-tortuga. No tanto por la lentitud, si no por la concha que los encierra y no pueden jamás abandonar.
  • Hay corazones-basurero. Allí la felicidad se encuentra oprimida bajo un montón de escombros inútiles y se requiere un gran esfuerzo para rescatarla.
  • Hay corazones–tambor. Aquellos que siempre hablan, gritan y hacen tanto ruido que nunca alcanzan a escuchar la vocecilla suave que habla dentro.
Podríamos seguir con más comparaciones para otros tipos de corazones. ¿En cuál de ellos se reflejará el nuestro?

LA MONEDA DE LA ALEGRÍA

El Evangelio relata el caso de una mujer que perdió una moneda. No dice que haya ido a buscarla a las plazas, ni a las fiestas ni a los bailes. No se fue por los caminos o por las tiendas, cerró su puerta y, en silencio, barrió la casa, buscó por todos los rincones hasta que dio con ella.
Así la felicidad. Hay que buscar, buscar, buscar hasta encontrarla. Y después de haber dado con ella, entonces sí será preciso, como la mujer de la moneda, salir a comunicarla, ir a compartir con las amigas la alegría de haberla encontrado; hay que repartir felicidad a los demás.
Pero ¿qué sucede? Nosotros nos afanamos buscando una felicidad afuera, donde no está, cuando tendríamos que cerrar la puerta a las distracciones y hurgar en el propio corazón hasta encontrarla.

Otras veces las buscamos dentro, cuando tendríamos que romper el egoísmo y salir a compartir, a ayudar a otros, a hacer algo, a hacer algo por quienes nos rodean.

Después de encontrar la felicidad, nadie tiene derecho a guardarla para sí mismo. Sería imposible, porque al encerrarla se daña, necesita el aire de la participación.

El señor dice, refiriéndose a la vida, que “el que quiera guardarla para sí mismo la perderá”. Esta afirmación es muy válida y aplicable a la felicidad que es la “vida” de la vida.



LA FELICIDAD ESTÁ EN EL CORAZÓN


miércoles, 29 de noviembre de 2017

#NOMOFOBIA: 20 ILUSTRACIONES SATÍRICAS SOBRE NUESTRA ESCLAVITUD A LAS REDES SOCIALES


20 Satirical Illustrations Show 
Our Addiction To Technology


¿Sabes que ya existen clínicas de desintoxicación para smartphone-adictos? Estos son los síntomas de que tu pasión por las redes sociales se está convirtiendo en un problema serio: NOMOFOBIA
En los últimos tiempos la adicción VIRTUAL a las redes sociales se está convirtiendo en algo cada vez más común. Olvidarse del móvil llega a producir ansiedad a aquellos que no son capaces de mantenerse ni un segundo alejados de él. Nadie, hoy en día, sería capaz de poner en entredicho los beneficios que han traído consigo las nuevas tecnologías, sin embargo, condicionar nuestra vida a un dispositivo móvil puede llegar a ser perjudicial para la salud. Incluso se han tenido que abrir clínicas de desintoxicación para aquellas personas adictas a estos aparatos.

Con la proliferación de las redes sociales nos estamos volviendo cada vez más dependientes de nuestra vida virtual. Snapchat, Facebook, Instagram están sustituyendo a la vida real. Expertos sobre el tema consideran que la adicción a las redes sociales es similar a la sensación que provoca el consumo de drogas como la cocaína o el éxtasis. En las redes sociales se suelen proyectar sólo los momentos positivos de nuestro día a día por lo que las interacciones con los demás usuarios suelen aportar una sensación gratificante de reconocimiento y felicidad. 

Hay algunos signos que pueden ayudar a conocer nuestro nivel de dependencia a las redes sociales:
  • Lo primero que haces al abrir los ojos es consultar todas tus redes sociales en busca de novedades.
  • Revisas con mucha frecuencia tus perfiles en redes y esperas obtener con la mayor inmediatez posible un feedback positivo.
  • Muestras síntomas de frustración si no consigues notoriedad en tus redes.
  • Exploras con avidez las publicaciones de tus "amigos" en busca de sus nuevos acontecimientos y te sobreviene el pensamiento de que su vida es mejor que la tuya.
  • Estar con mucha gente no te impide estar actualizando tus perfiles constantemente.
  • Tienes la necesidad de publicar y fotografiar todo lo que te sucede, desde tus comidas diarias hasta tu pose antes de dormir.
  • Das "me gusta" compulsivamente a todas las publicaciones de tu muro.
  • Sustituyes las conversaciones cara a cara con las charlas a través de internet, en las que sientes más comodidad.
  • Te mantienes en línea casi todo el día.
  • Salir de casa sin tu teléfono es sinónimo de estrés y taquicardias.
Es importante evitar este tipo de comportamientos y aprovechar el uso de las redes con sentido y moderación. Por eso lo ideal sería apagar el móvil por las noches y priorizar las relaciones personales antes que las virtuales.
LA GENERACIÓN DE LOS EMPANTALLADOS

ENFRIAMIENTO DEL ESPÍRITU HUMANO


martes, 28 de noviembre de 2017

GRACIAS POR LLAMAR AL CONTESTADOR DEL HOSPITAL DE SALUD MENTAL

Contestador del Hospital Psiquiátrico

Gracias por llamar al Instituto de Salud Mental.
La compañía más sana para sus momentos de mayor locura.
Si es usted obsesivo compulsivo, pulse repetidamente el número 1.
Si usted es co-dependiente, pídale a alguien que pulse el número 2 por usted.
Si usted tiene múltiples personalidades, Pulse 3, 4, y 5 y 6.
Si usted es paranoico, nosotros ya sabemos quién es usted, sabemos lo que hace y que quiere, de modo que espere en la línea mientras rastreamos su llamada.
Si usted sufre alucinaciones, pulse el 7. En ese teléfono gigante de colores que usted (y solo usted) ve a su derecha.

Si usted es esquizofrénico, escuche cuidadosamente y una pequeña voz interior le indicará que numero pulsar
Si usted es depresivo, no importa que número marque. Nada conseguirá sacarlo de su lamentable situación.

Si usted sufre de indecisión, deje su mensaje después de ...escuchar el tono...., o antes del tono..., o después del tono ...o durante el tono...En todo caso, espere el tono.

Si tiene la autoestima baja por favor cuelgue, todos nuestros operadores están atendiendo a personas más importantes que usted.



lunes, 27 de noviembre de 2017

🏫 DÍA DEL MAESTRO EN ESPAÑA POR SAN JOSÉ DE CALASANZ


Día del maestro: 
Este 27 de noviembre se rinde homenaje a los profesores, una buena excusa para agradecer su ardua labor
🏫
"Gracias a los maestros, Alejandro fue Magno 
y Simón Bolívar, Libertador".

"Los buenos maestros hacen historia 
anónimamente". 
Yanka


“La gran tragedia del mundo 
es que no cultiva la memoria, 
y por tanto olvida a los maestros”.   
Martin Heidegger

El 27 de noviembre se celebra en muchos países el Día del maestro, una conmemoración que pretende destacar la labor de los docentes en las aulas. En España, el Día del maestro coincide con la festividad del patrón de los profesores, san José de Calasanz, un reconocido pedagogo que fue sacerdote católico y fundador de la primera escuela cristiana europea. En la actualidad, es más habitual oír a los niños y adolescentes hablar de sus profesores y no de sus maestros y, de hecho, aunque ambos términos puedan utilizarse como sinónimos, hay varias connotaciones que les hacen diferentes: mientras un profesor es el «titulado que enseña una o varias materias»; el maestro es «la persona que, sin necesidad de contar con titulación alguna, transmite enseñanzas a sus alumnos con el fin de que puedan madurar y aprender». También nos solemos referir a este último únicamente para hablar de los profesores que nos dieron en los primeros cursos de la escuela.
Como viene siendo habitual, Google rinde homenaje a los profesores con un peculiar Doodle que pretende visibilizar la valiosa labor de los docentes. 
Todos hemos tenido un profesor confidente que ha marcado nuestra vida para bien y, en muchas ocasiones, hay que agradecer a esos maestros el rumbo que ha tomado cada uno en la vida: ese maestro que llevó a otros querer dedicarse a la enseñanza, a la física, a las matemáticas o al periodismo.Nunca es tarde para agradecer a esos guías de la infancia su labor, más aún en un momento y en un país en el que la profesión está bastante denostada. No hay que olvidar que España es uno de los países que menos reconoce el trabajo de los profesionales de la Educación que tienen en el norte de Europa lugares con mejor reconocimiento; y, por cierto, mejores resultados. 

Hoy nos detenemos en cinco razones (de las muchas que hay) que podemos argumentar en este Día del maestro para felicitar a nuestros profesores (y a los de nuestros hijos). 

1. Se preocupan por ti

No, no son tus padres, pero como si lo fueran. Desde la primera infancia pasamos tanto tiempo con los maestros como con el resto de la familia. Y, en algunos casos muy sangrantes donde la conciliación laboral brilla por su ausencia, es habitual que los alumnos tengan más contacto con sus profesores que con los propios padres. Así que ellos se convierten en guías y confidentes. Independientemente de lo mucho que te agobiaran con los deberes y exámenes de control, los profesores estuvieron siempre ahí para esclarecer las dudas, ponerte una tirita o felicitarte por tu cumpleaños con el resto de la clase. El Día del maestro es un buen momento para agradecerles todo el tiempo invertido en nosotros. 

2. Reconocen la importancia de innovar

Vale, no todos. Pero tenemos que admitir que cada vez son más los maestros que, en pro de una mejor educación, se adaptan a los nuevos tiempos tecnológicos para fomentar el aprendizaje. La innovación educativa es responsabilidad de todos, pero son los profesores los que realmente se involucran para buscar nuevas formar de acercarse a los alumnos, por eso se merecen este Día del maestro. 

3. Se «enrollan» con las redes sociales

Más allá de las pantallas digitales, los docentes de hoy en día se preocupan por conocer al dedillo las redes sociales y estar al tanto de las cosas que le interesan a los alumnos. Y una de las herramientas que utilizan con frecuencia son los canales de Youtube en donde en los últimos años se está gestando una «revolución educativa» que busca acercar el conocimiento a los más jóvenes. Un claro ejemplo de esto lo tenemos en el profesor David Calle, un youtuber madrileño que estuvo nominado al Global Teacher Prize 2017, un galardón que busca reconocer al mejor profesor del mundo. ¿Cuál es el secreto de su éxito? Calle ofrece de forma gratuita los contenidos a sus alumnos, por lo que su canal es uno de los más importantes de España y su canal, Unicoos, ya supera el millón de suscriptores. 

4. Por combatir el acoso

Cada vez son más los profesores que luchan día tras día contra el acoso escolar. Y es que con la llegada de las redes sociales se ha acrecentado aún más el bullying, que no es otra cosa que el acoso físico o psicólogico al que se somete, de forma continuada, a una persona. Si bien es cierto que muchos centros tienden a minimizar la importancia de los casos de acoso detectado, los profesores intentan involucrarse cada vez más para detectar y combatir a tiempo el acoso en las aulas. 

5. Por su infinita paciencia

¿Sabes lo difícil que debe ser lidiar cotidianamente con 15 o 30 niños con diferentes necesidades? ¿O con un grupo de adolescentes que ponen más atención al móvil que a la pizarra? Los profesores deberían cobrar un plus por la paciencia infinita que tienen.Así que aprovechemos este día para felicitar a los profesores por el empeño diario y por su valiosa labor. 

¡Feliz día del maestro!



📧 CARTA ABIERTA DE UNA VENEZOLANA EMIGRANTE A SU MAMÁ POR NAVIDADES

Carta abierta de una venezolana 
en el exterior a su mamá 
por el Fin de Año
 @EllaLaQueEscribe
Mamá:

Si las ganas de verte fuesen la moneda con la que pudiese pagar un viaje a mi país, hoy estuviese a tu lado, créeme. Pero estos son tiempos duros. Salí de Venezuela en busca de un mejor futuro para mí, para ti, para todos los que amo pero, aunque aquí vislumbro la esperanza que perdí en mi tierra, el camino es áspero, especialmente en estas fechas.

Te extraño. En una nación en la que me señalan de robarles el trabajo a sus ciudadanos, en la cual a veces temo hablar y que se note mi acento, en la cual mi vida depende de los “permisos para…” y no tengo ningún “derecho a…”, me siento flotando, como si yo fuese un avión planeando en el cielo en espera por un permiso para aterrizar que no llega, aún cuando estoy cargada de toneladas de ganas de trabajar. Todos los espacios en este país están ocupados y extraño pertenecer; extraño mi hogar, y mi hogar eres tú. Cuando te vas a otro país no sólo dejas lo que te ha pertenecido durante toda la vida, también dejas atrás todos los hábitos, los olores, las texturas, las voces que te han hecho la persona que eres.

Por eso, por mucho que intenté, no me cupo en la maleta el olor que deja tu cabello ceniza en la almohada, y tres veces al día me doy cuenta de que la medida perfecta de sal y pimienta está entre las yemas de tus dedos, onduladas por las arrugas, como los médanos de Coro. El olor a mango maduro me evapora y me transporta de golpe a nuestro patio. Cuando llego a una casa en la que no me espera nadie, extraño el sonido lejano del televisor aireando tus novelas, y en la calle a veces cierro los ojos y me imagino cruzando bajo el sol inclemente el centro de Maracaibo para ver la punta de la Basílica pinchando el cielo, como si la Chinita estuviese señalándole a Dios a toda hora que no se olvide de nosotros: mi país lo necesita. 

Esos pequeños detalles me arrugan el alma… Mamá, cuando algo ha ido mal, me pregunto si todo no hubiese estado mejor si tú me hubieses lanzado esa mañana la dulce señal de la cruz que derramabas sobre mí todos los días desde el marco de la puerta. “Vaya con Dios, hija…”, decías. Y yo voy con Dios, mamá, pero también me hace falta ir contigo…

Todos los días duelen, pero navidad duele aún más. Cuando te llamo, trato de que no se note demasiado lo mucho que los extraño. Anhelo escuchar a través del teléfono el tintineo de las bambalinas, y qué no diera por vivir la premura de todos en la casa por estar listos antes de las doce. Intento incansablemente experimentar a través de las fotos el contrastante sabor de la aceituna y la pasita en el pan de jamón, e imaginar que abro la nevera y la encuentro repleta de los tupperwares de los vecinos, llenos de arroz con leche y majarete. Mirando la pantalla del celular como un portal hacia mi país, hacia mi gente, rezo por que tu voz traspase la pantalla y me haga sentir que estoy allí, contigo, meneando el guiso de las hallacas, cambiando las bombillas de las luces de navidad que prenden hasta la mitad, y viendo el cielo cruzarse de estrellas fugaces que explotan y se revientan en colores cuando llega la medianoche en Venezuela.

Trato de ser fuerte porque más fuerte eres tú cuando te das cuenta de que por pura costumbre serviste un plato más y yo no estoy. Yo no llego. Más fuerte eres tú, mamá, cuando me prefieres lejos, aunque te duela. Me dices que tenga fuerzas, que esto es por mi futuro… pero, ¿y mi presente?, ¿y el abrazo que me perdí?, ¿no lo puedes envolver en papel periódico y enviarlo hasta aquí?, ¿no pueden aparecer aquí, todos, aunque sea sólo por un momento?.

¿Cómo hago para que la llamada del 31 me haga sentir en casa, me acorte la distancia, me haga escuchar las gaitas de fondo, los cohetes del vecino, el bullicio de la gente?, ¿cuánta distancia debo recorrer arrastrando una maleta a las doce de la noche, para que se me cumpla el deseo de poder trasladar a mi gente, a mi hogar, hasta aquí?. Créeme, mamá, le daría la vuelta entera a este país arrastrando esa maleta si eso fuese posible…

Pero éste es el destino que me tocó vivir. La época que nos tocó atestiguar. La circunstancia que a millones de venezolanos nos tocó superar. Si todos los venezolanos que estamos hoy fuera de nuestro país pudiésemos volver para comenzar el 2017 en nuestros hogares, estoy segura que el Cruz-Diez de Maiquetía se abarrotaría de más gente feliz que el Times Square de NY cuando desciende la bola de cristal y toca darse el beso de medianoche. Y, aunque claramente hay culpables, ya no hay alivio en señalarlos. No sirve de nada: sus rostros se hunden y se pierden en el dolor mayor que le han causado a millones de venezolanos. Y sé que, para los que no estamos allá, extrañar es un precio bajo… Perder, enterrar, ver morir en la cama de un hospital a alguien que amas, sí que es un precio alto…hasta lo indecible. Y con eso en mente intento decirme a mí misma que he perdido poco, que soy una de las afortunadas… pero, aún así, duele.

Las madres siempre hablan de lo valioso que es presenciar los primeros años de vida de sus hijos, porque ellos hacen por primera vez todo. Como hija, tiemblo de miedo pidiéndole a Dios que, por ir en busca de un futuro mejor, yo no me esté perdiendo de disfrutar tus últimos años, tus últimas navidades, mamá. Es un pensamiento horrible, lo sé, pero en mi soledad toma fuerza. Sólo le pido a Dios y a la Chinita que me acompañen. 

Que Dios te haga fuerte, que me haga fuerte…que éste sea un mejor año para todos y que, aunque esté muy lejos, a las doce de la noche cuando suenen las campanas y mires al cielo, pienses en mí. Yo haré lo mismo, mamá. Cerraré los ojos y de golpe estaré frente a ti, correré a tus brazos para llenarte de besos y gritarte “Feliz Año, Mami. ¿Ya te he dicho que te amo?”.


TE EXTRAÑO VENEZUELA - RAPERBIG



TE EXTRAÑO VENEZUELA - CARLA LA COROCORA


domingo, 26 de noviembre de 2017

EL AGRADECER ES EL AGRADO DE SER

EL AGRADECER 
ES EL AGRADO DE SER

¿De dónde viene la palabra «gracias»?
«Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud». 

Ya avisaba en el siglo XVII el escritor y moralista francés, Jean de La Bruyère, sobre la existencia de algo mágico, común a cualquier ser humano con independencia de su raza, clase social o condición, que establece la barrera del agradecimiento. Dar las gracias no cuesta dinero, tampoco hacen falta unos conocimientos previos, ni mucho menos es necesario pedir permiso para ello. Olvidando que la vida se construye mediante una cadena universal de favores, no hay persona, por desaprensiva que sea, que no haya correspondido una acción de la forma más inocente que hay. Sin embargo, para comprender la complejidad de una cosa tan elemental, nos hemos propuesto bucear en el origen de su significado, en la procedencia de la palabra más mágica que posee el diccionario.

La vigésimo tercera edición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, presentada el pasado mes de octubre, otorga hasta dieciséis acepciones para el vocablo «gracia», dos más que su antecesora de 2001. Aunque al frente de este listado se sitúa su significado más universal y el que nos atañe en este caso, («cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene»), también recoge otras definiciones tan dispares como el conocido 'derecho de gracia' («perdón o indulto de pena que concede el poder competente»), la acción de resultar simpático a alguien («capacidad de alguien o de algo para hacer reír») o el valor que atañe llevar a cabo una difícil empresa («proeza, hazaña, mérito»).
«Este término ya era un poco comodín en el léxico latino»
Ahondando en su origen, el término procede del latín («gratia») y la frase «dar las gracias» tiene su nacimiento en la expresión también latina «agere gratias», presente en varias ocasiones en una traducción oficial latina de la Biblia, universal para toda la Iglesia Católica: la llamada Vulgata. 

Antonio Dueñas, profesor titular de Lengua Española por la Universidad Complutense de Madrid, explica que entre las muchas acepciones de gracias está la de gratitud, «solía usarse en plural. Cicerón, por ejemplo, utiliza el mencionado 'agere gratias', o sea, 'reconocer el agradecimiento'». Además resalta la versatilidad del vocablo, «desde el comienzo es un poco 'comodín' ya en el mundo latino. Está relacionada con 'gratus' y significa además 'gracia', 'belleza', 'bondad', 'favor', etc».

María Romero, licenciada en Filología hispánica y especialidada en la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ELE), desvela que su gran variedad de significado está relacionado con «su derivación latina y a su vez su proveniencia indoeuropea. En el DRAE se nos muestran dieciséis acepciones, pero todas hacen referencia más o menos a lo mismo, una alabanza a alguien en voz alta, un agradecimiento, un favor…Siempre algo relacionado con un don o una concesión o una habilidad en la ejecución de algo». Dueñas señala la importancia de este tipo de palabras polisémicas para el correcto funcionamento de un idioma, «en todas las lenguas son necesarias; de lo contrario, sería imposible la comunicación, ya que es mucho más difícil que un hablante medio-estándar pudiera llegar a conocer tantas palabras».

«Un acto fundamental»
Aunque dado su carácter universal pudiera parecer a simple vista que el término ha adquirido una gran extensión, Dueñas incide en que no es del todo cierto, «no está tan generalizado el uso del término; más bien, se ha perdido en parte, porque se pierde la compostura social y lingüística. Creo que debe mantenerse, pues los rituales comunicativos, para acercar posturas y establecer contactos, son fundamentales en todas las lenguas». Mientras, Romero expone que «a pesar de la evolución de las lenguas no se extingue, ya que el ser humano siente la necesidad de agradecer y alabar a otras personas y divinidades. Cada país tiene su propia cultura, su pragmática... pero todos tienen en común el gesto de dar las gracias, es un acto fundamental en todas las culturas, que en mayor o menor medida, se sigue utilizando».

Ya lo ven, con un simple «gracias» se puede abrir cualquier puerta. Es justo reconocer la importancia de este noble ademán, bien sea para sacar una sonrisa, mostrar un gesto afable o simplemente considerar lo que otros hacen por ti. Y no hace falta que Jean de La Bruyère diera la voz de alarma, basta con que usted, querido lector, haya entrado aquí para que quien suscribe estas líneas pueda seguir haciendo caso a su madre:

- «¿Qué se dice?»
- «Gracias».



ROBERTO PÉREZ - Agradecer es el agrado de ser



🌲 ANTÍFONA DE NAVIDAD Y CUATRO AGUINALDOS VENEZOLANOS


ANTÍFONA DE NAVIDAD 
Y OTROS POEMAS
JOSÉ MARÍA FORTEZA
🌲
VENID, amigos. Decidme
si hubo un NIÑO más risueño
que naciera en un establo
de tan delicado incendio.

VENID, por favor. Dejadle
que os purifique el aliento
como la espuma adherida
a un corazón marinero.

VENID, venid. Contempladle
con deshojado silencio
y os lave con la inocencia
de su llanto todo el pecho.

VENID deprisa. Arrulladle
dulcemente como a un ciervo,
sorprendido sobre el árbol
de vuestro atolondramiento.

VENID, amigos. Contadle
la tristeza de mi tiempo,
que desazona la estepa
sobria del caballo ciego.

¡VENID, venid, que sus ojos
ya todo lo están queriendo!

ABRID las puertas, amigos,
abridlas de par en par,
que el arroyo riega el valle
con desvelo maternal.
Abrid las puertas, amigos,
abridlas para danzar
al son jovial de las flautas
que esbozan la Navidad.
Abrid las puertas, amigos,
abridlas para alumbrar
de luz blanca las paredes
y la corteza de pan.
Abrid las puertas, amigos,
abridlas para sembrar
los caminos de Esperanza
de cara a la Libertad.
Abrid las puertas, amigos,
para abrazarnos en paz.